Descripción
Esta proteína (también llamada miostatina) es necesaria en el crecimiento muscular, esto es debido a que evita la proliferación y diferenciación de las células musculares. Al utilizarla se consigue un aumento de la masa muscular. Además, ayuda a fortalecer los músculos y mejora la calidad de vida de personas que sufren algún tipo de enfermedad muscular. En el ámbito deportivo y del culturismo, el control de la miostatina es necesario para poder mejorar la recuperación y la condición física.
Actualmente se están realizando estudios para entender mejor cómo se puede modular su actividad y cómo esto influye en la masa y función muscular. Se ha observado que al inhibirla conseguimos grandes beneficios en el tratamiento de enfermedades como la distrofia muscular, donde la pérdida de músculo y la debilidad son los problemas principales.
Médicos e investigadores están profundizando en la comprensión de la biología humana y del papel de la miostatina en ella. Esto incluye el desarrollo de terapias génicas y farmacológicas que consiguen modular la actividad de esta proteína de manera selectiva y 100% segura.
En el deporte de competición se está investigando como mejorar el rendimiento mediante la manipulación de la miostatina. Esto incluye el desarrollo de suplementos y tratamientos que aumentan la masa magra de músculo y mejoran la recuperación, sin los efectos secundarios asociados al uso de esteroides u otras sustancias dopantes.
Se está estudiando el efecto de esta proteína en el envejecimiento y la sarcopenia (pérdida de musculo asociada a la edad). Se ha descubierto que ayudaría a prevenir y retrasar la perdida de músculo asociada con el envejecimiento, con lo cual mejoraría la salud y calidad de vida de las personas mayores.
En resumen, el GDF-8 es una proteína imprescindible para regular el crecimiento y la función muscular. Esta regulación (y su inhibición) permitiría tratar enfermedades musculares, mejorar el rendimiento deportivo y prevenir el deterioro muscular asociado a la edad, entre otros.
Usos y beneficios
A continuación, te mostramos los usos y beneficios de este péptido.
- Tratamiento de enfermedades musculares: El GDF8 es usado en el tratamiento de enfermedades que afectan a los músculos, especialmente las que involucran la pérdida de masa muscular. Cuando se inhibe la acción de la miostatina, el crecimiento muscular se potencia y esto provoca una mejora de la función muscular general.
Estas son las principales enfermedades musculares que se beneficiarían de este péptido:
- Distrofia muscular de Duchenne
- Distrofia muscular de Becker
- Distrofia muscular facioescapulohumeral (DMFSH)
- Distrofia muscular miotónica (DM)
- Atrofia muscular espinal (AME)
- Distrofia muscular oculofaríngea
- Distroglicanopatías (incluyendo distrofia muscular de cinturas y formas similares)
- Miopatías congénitas
- Miopatía mitocondrial
- Miopatía inflamatoria
- Atrofia muscular relacionada con la edad (sarcopenia)
- Atrofia muscular secundaria a lesiones o enfermedades neurológicas
- Crecimiento muscular: En el deporte, y específicamente en el culturismo, la inhibición de la miostatina desarrolla el crecimiento muscular y la fuerza. Al bloquear su acción, se “libera” el proceso de hipertrofia muscular y todo lo que eso conlleva. El efecto del GDF-8 proporciona un mayor tamaño y fuerza en los músculos, y repercute a tener una mejor calidad de vida y una mayor funcionalidad física.
- Recuperación y regeneración: También es muy utilizado para la regeneración muscular después de una lesión o cirugía, y permite una recuperación más rápida y efectiva de la función de los músculos.