Vamos a explorar los secretos del deseo sexual, cómo se pierde, cómo se puede recuperar y el papel de los péptidos como la bremelanotida (PT-141) en este proceso.
¿Qué entendemos por deseo?
Hay temas que siempre vuelven en nuestras conversaciones más íntimas, ya sea con amigos, con la pareja o incluso en ese café espontáneo con alguien que acabas de conocer en una clase de yoga, por ejemplo. Uno de ellos es el deseo. ¿Dónde va a parar cuando desaparece? ¿Por qué aparece cuando menos lo esperas? ¿Y se puede recuperar?
Durante años, hemos oído hablar de los clásicos afrodisíacos:
- Ostras
- Chocolate
- Ginseng
Nuestra abuela decía que eran mano de santo, pero lo cierto es que, más allá del mito y los nutrientes, ninguno ha demostrado científicamente que encienda esa chispa mágica. Hasta ahora.
Un péptido que activa el deseo: la bremelanotida
Desde el laboratorio… con ratas punk
Resulta que en un laboratorio de Montreal, un neurocientífico bastante peculiar —mitad profesor universitario, mitad punk rocker— lleva años estudiando el deseo… en ratas. Su nombre es Jim Pfaus y trabaja con un compuesto llamado bremelanotida (sí, suena a nombre de princesa griega), también conocido como PT-141. ¿Y qué tiene de especial este péptido? Que no actúa sobre el cuerpo, como hace la famosa pastillita azul, sino sobre el cerebro. Exactamente en el hipotálamo, ese rincón que, entre otras cosas, regula el deseo.
La cosa es que cuando se lo administran a las ratas, especialmente a las hembras, empiezan a mostrar más iniciativa sexual. ¡Hasta cuatro veces más que las que no lo reciben! Y claro, si algo funciona en ratas —que son sorprendentemente parecidas a nosotros en lo social—, no es raro pensar que también podría funcionar en humanos.
Un descubrimiento inesperado
Lo curioso es que esta sustancia no nació para eso. Inicialmente, se investigaba como un potenciador del bronceado (sí, como lo lees). Pero en los ensayos clínicos, los voluntarios masculinos empezaron a notar otros efectos colaterales. Erecciones espontáneas, para ser exactos. Ahí es cuando los investigadores dijeron: “Un momento, tenemos algo entre manos”.
¿Cómo actúa el PT-141 en el deseo?
La farmacéutica Palatin Technologies decidió entonces apostar por este “despertador del deseo” y lo está desarrollando como una posible solución tanto para hombres como para mujeres que han perdido la libido, especialmente por causas hormonales, como la menopausia o una histerectomía.
La diferencia es que esta vez no se trata de forzar nada. No busca convertirte en alguien que no eres, sino devolverte a ese punto en el que el deseo fluía con naturalidad. Como cuando tener sexo no era una casilla pendiente en la lista de tareas.
¿Y cuánto dura el efecto?
- Inicio del efecto: 30 minutos
- Duración: entre 6 y 8 horas
Tiempo de sobra para reconectar con tu pareja, contigo misma o con el deseo en sí.
¿Y si se abusa de este tipo de tratamientos?
Eso sí, como todo en la vida, no está exento de polémica. Algunos expertos temen que se use de forma recreativa, como pasó con el cóctel de Viagra y éxtasis en su día. También hay voces críticas que alertan del peligro de convertir el sexo en una obligación más, alimentando la idea de que si no sientes deseo “normal” algo va mal contigo.
Pero también están quienes defienden que, si se utiliza bien, puede devolvernos algo tan importante como la autoestima. Porque, como bien decía Pfaus, lo último que necesitamos es otro anuncio diciéndonos que no somos suficientes. A veces, el verdadero deseo empieza por dejar de juzgarnos.
